viernes, 2 de marzo de 2012

Ara Que Tinc Trenta-Quatre Anys


Mi hermano y yo, el dia y la noche.


    He vuelto, el título de mi blog me obliga a ello puesto que fiel a mí, voy dejando siempre las cosas a la mitad, por lo tanto si dejara este Blog Inacabado, estaría cumpliendo con su nombre y cometido... no me ha quedado más remedio.
    Muchas y pocas cosas han pasado desde mi última entrada (agosto del 2011), con un invierno para olvidar (para mi como todos), la luz de los días empieza a durar más tiempo, el Sol sale de casa otra vez antes que yo, lo que me da energía y esperanzas para ir a buscarte.

ILUSIÓN

   Recuerdo nítidamente esos momentos, de pequeño, el tocadiscos y la mano de mi madre dándole a la mía por intentar tocar ese tesoro negro que no paraba de girar, con toda esa maravillosa música que irradiaba. Porque no paraba de sonar, igual que también siempre había un brillo en los ojos de mis padres que desapareció, igual que las ganas de luchar y su juventud. Pero sigo recordando esa sensación de placer, como si fuera mi postre favorito, un postre que hace ya muchos años que no he vuelto a disfrutar; ver esa ilusión otra vez sería maravilloso, pero siendo realistas, la energía se va acabando y con ella las ganas de comerte el mundo.

   En este inv(f)ierno por olvidar, me he dado cuenta de que esa energía me la quitan, me la roban, me la comen (y me la van a comer)... Pero eso se acabó, no la pienso volver a regalar, a quien no se la merezca, claro, a ti si, y a ti, también. Y es que a pesar de mi auto maltrato físico y psicológico no se me acaban nunca las fuerzas aunque a veces flaquee, lo que no me ha dado otra opción que tirar para adelante, pero tirar de veras, y el que no me siga el ritmo que llame a un taxi.


HOSTIAS

    Deberíamos estar orgullosos de nuestros políticos, grandes empresarios, banqueros y demás chusma, nos lo están poniendo en bandeja, nos están poniendo delante de nuestras narices el momento en el que se puede cambiar el mundo, en el que la gente por fin despierta, en que sale a las calles y os gritan: ¡QUÉ OS DEN POR CULO!
 
    Todo va a ser muy jodido, porque va a haber sangre y probablemente muertos (directamente por culpa de los enfrentamientos, por culpa de la crisis ya van unos cientos o miles), pero merecerá la pena, porque tenemos razón y lo saben. Porque ya tienen miedo, sólo por eso merece la pena.







   En mi memoria nunca dejó de sonar Serrat, en el salón, esperando a que mi madre se fuera la cocina para tocar el (puto) disco, pero cantaba en castellano, nunca sonó uno de sus discos en su lengua materna.
Gracias a una amiga (P, te loveo in the darkness) descubrí esta canción y todo lo que decía en catalán, que es como mejor sabe hacerlo, como le enseñó su madre. Recordemos esos años más pobres pero más felices y reclamemos lo nuestro.


Para que mi madre lo entienda:

Ahora que tengo veinte años,
ahora que aún tengo fuerzas,
que no tengo el alma muerta,
y me siento hervir la sangre.


Ahora que me siento capaz
de cantar si otro canta.
Hoy que aún tengo voz
y aún puedo creer en dioses...


Quiero cantar a las piedras, a la tierra, al agua,
al trigo y al camino, que voy pisando.
A la noche, al cielo, a este mar tan nuestro,
y al viento que por la mañana viene a besarme el rostro.


Quiero alzar la voz por una tempestad,
por un rayo de sol,
o por el ruiseñor 
que ha de cantar al atardecer.


Ahora que tengo veinte años,
ahora que aún tengo fuerzas,
que no tengo el alma muerta,
y me siento hervir la sangre.


Ahora que tengo veinte años,
hoy que el corazón se me dispara,
por un instante de amar,
o al ver un niño llorar...


Quiero cantar al amor. Al primero. Al último.
Al que te hace padecer. Al que vives un día.
Quiero llorar con los que están solos,
y sin ningún amor van pasando por el mundo.


Quiero alzar la voz, para cantar a los hombres
que han nacido de pie,
que viven de pie,
y que de pie mueren.


Quiero y quiero y quiero cantar.
Hoy que aún tengo voz.
Quién sabe si podré mañana.


Pero hoy sólo tengo veinte años.
Hoy aún tengo fuerzas,
y no tengo el alma muerta,
y me siento hervir la sangre...


Mamá, sigo teniendo veinte años, todavía me siento hervir la sangre.

Nachete






(No, no sé catalán, pero me gustaría... ¿Me enseñas?)
Fuente de  la traducción: http://www.moragrega.com/serrat/letras/ara.html#tema1

No hay comentarios: